¿Para qué me sirven las Normas de Información Financiera en el ejercicio profesional?

En los últimos años, hemos sido testigos de múltiples “cambios” que han revolucionado el quehacer profesional de nosotros, los Contadores. Es común escuchar a colegas comentando acaloradamente, respecto a los “nuevos requerimientos”, que las autoridades nos imponen para cumplir con la importante labor que desarrollamos, y que en más de una ocasión, representan una auténtico reto, no solo en lo profesional, sino también en lo intelectual.
Ahora bien, entre los temas más destacados, se encuentra justo del que comenzaremos a abordar a partir de este artículo en nuestra revista: las Normas de Información Financiera (NIF’s). Seguramente, queridos lectores, estaremos más o menos al tanto de que año tras año, desde hace ya más de una década, entran en vigor nuevas normas de muy variada temática, cuyo conocimiento se antoja indispensable, para la correcta aplicación de criterios y procedimientos de presentación, revelación y valuación de las diferentes transacciones económicas de las organizaciones. Sin embargo, bien valdría la pena plantearnos la pregunta que da título al presente artículo: ¿para qué sirven las NIF? O ¿qué beneficios obtengo al conocerlas? Vayamos por partes, antes de dar puntual respuesta a estas interrogantes:

Antecedentes.
Anteriormente en México, contábamos con los “Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados”, que eran los lineamientos emitidos por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos. Básicamente representaban los criterios mínimos y básicos a tener en cuenta, a la hora de valuar y registrar determinadas transacciones llevadas a cabo en el mundo empresarial. Si bien estos principios fueron aplicados no solo en México, sino también en algunos países de centro y Sudamérica, quienes los adoptan de manera parcial o total en algunas ocasiones, la verdad es que los profesionistas de la época se enfrentaban a ciertos problemas en común, y que tenían que ver con la estructura de estos lineamientos:

En general, podemos decir que, mientras la economía mexicana era cerrada y proteccionista (hasta antes de 1994 y la firma del TLCAN o NAFTA), no había gran problema y podíamos arreglárnoslas más o menos tranquilamente con nuestras propias reglas. Había más bien pocas empresas grandes en México, y menos frecuentes aún eran las trasnacionales de capital extranjero que operaban en el país. Ante este panorama, las filiales mexicanas reportaban a sus casas matrices, – mayoritariamente en los Estados Unidos- su situación financiera, y en ese país, se encargaban de consolidar la información financiera con base a los Principios de Contabilidad de aquél país (US Generally Accepted Accounting Principles o simplemente “US GAAP”) sin mayor problema.
A partir de la apertura comercial de México, no solo con Estados Unidos, sino con otras regiones del mundo, se van desarrollando también, nuevas necesidades de estandarizar el criterio profesional de la labor contable. En aras de reflejar de manera transparente, oportuna, veraz y sobre todo de forma comparable, la información financiera de las empresas que operan en territorio nacional independientemente del origen de su capital contable, su giro y su tamaño incluso, surgen las actuales normas.
Las NIF nacen con la finalidad fue adecuar las normas contables al entorno internacional, y sustituir los antiguos Principios de contabilidad, que fueron publicados por última vez en mayo de 2005.

Ámbito de las NIF y su importancia.
Si bien es necesario comentar que, no existe una norma estándar que regule la práctica contable a nivel mundial, también lo es señalar que en el mundo, coexisten los US GAAP (ya mencionados), así como las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) (en proceso de extinción), y las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).
Justo de estas normas internacionales, es que surge la interrogante inicial de adoptarlas íntegramente, o bien -como finalmente se decidió-, tomarlas como fuente de referencia, y hacer las adaptaciones pertinentes, de acuerdo a nuestras características y necesidades como país. Es así como, a diferencia de Latinoamérica, México opta por crear, de forma escalada y paulatina, sus propias Normas, a través del Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera.

El CINIF publicó en octubre de 2005 la primera edición de las NIF, con vigencia a partir de enero de 2006. Como ya lo comentamos, año tras año van entrando en vigor nuevas normas, sustituyendo y dejando sin vigor, al antiguo boletín del IMCP correspondiente (si es que lo hubiere). Ahora bien, analicemos la razón de ser de estas NIF:
Comprenden un conjunto de conceptos generales y normas particulares, de aceptación generalizada, que regulan la elaboración y presentación de la información contenida en los estados financieros.

Su aceptación surge de un proceso formal de auscultación realizado por el CINIF, abierto a la observación y participación activa de todos los interesados en la información financiera:

Su importancia radica en que estructuran la teoría contable, estableciendo los límites y condiciones de operación del sistema de información contable. Esto nos permite a los contadores, estandarizar criterios profesionales de actuación.

Sirven de marco regulador para la emisión de los estados financieros, haciendo más eficiente el proceso de elaboración y presentación de la información financiera sobre las entidades económicas.

Derivado de lo anterior, podemos apreciar, entre muchas otras, las siguientes ventajas de su implementación:

Contamos con una normatividad uniforme, mucho más clara, homologada, consistente y mejor estructurada. Se incluyen apéndices con ejemplos prácticos de aplicación, en varias de ellas.

Se limita y se reduce por mucho, lo que antiguamente llamábamos simplemente “criterio prudencial”, y que eran apreciaciones más bien subjetivas, -muchas veces sin fundamento teórico-, de cómo debieran de presentarse y valuarse varias de las operaciones económicas.

Se da la oportunidad por primera vez, de armonizar la labor contable, teniendo como principal objetivo la generación de información financiera comparable, transparente y de alta calidad, sobre el desempeño de las entidades, que sirva a los objetivos de los usuarios generales de dicha información.

Incluso el Gobierno mexicano, a través del Consejo Nacional de Armonización Contable (CONAC), decidió armonizar los procesos contables y de elaboración de información financiera, emitiendo sus propias Normas de Información Financiera Gubernamentales.

NIF particulares.
Ahora, comentaremos brevemente cómo están estructuradas, de manera general, las diferentes NIF:

Finalmente el siguiente diagrama, que nos muestra la estructura de las NIF por serie:

 

En posteriores números de esta revista, la Comisión de Normas de Información Financiera, abordará aspectos de interés profesional, referentes a aspectos específicos de estas normas.
Aprovechamos también la ocasión, para hacer una cordial invitación a los asociados interesados en incorporarse a esta comisión, y pedirles que nos hagan llegar un correo con su petición para darle cabal seguimiento.

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